lunes, diciembre 24, 2007

Sin razones

Después de recibir el papelito pasé por la puerta que me habían indicado, me recibió una señorita y una tripleta de espejos colocados adrede para poder verse desde todos los angulos,me sentí algo intimidada con mi imagen repetida infinitamente en los espejos.
"Arréglese y me avisa cuando este lista". En realidad ya lo estaba, pero por unos momentos fijé mi mirada en mis sejas despeinadas, busqué algún entrometido pedazo de las grageas de chocolate en mis labios, recorrí detrás de mi oreja el mechón rebelde, me quité la chompa y mientras sentía el aire fresco en mi espalda, pude escuchar la preocupación de las señoritas sobre el horario contínuo y el tedio que les daba trabajar el día completo.
"Estoy lista", le dije cortando su conversación, en verdad estaba algo ansiosa, mi impertinencia no le cortó la sonrisa, me señalo una silla mientras ella se paraba y en el justo momento en que apoyaba mi peso en la silla, ella habría un cajón y sacaba el aparato ese tomando la correa poniéndosela al rededor del cuello con la familiaridad de los ademanes repetidos que suele adquirir la gente.
Aun que de un tiempo a esta parte he decidido no pensar mucho en las cosas, dejar que la vida me lleve, disfrutarla, sonreirle apesar de la incertidumbre, como salir de viaje sin saber exactamente a donde, esperando que actúe el destino, que de alguna forma la suerte, el azar, Dios, mi instinto, me guíen, me abran las puertas y me muestren los caminos, sin saber demasiado de ellos, casi sin mirarlos, disfrutar del recorrido sin mucha meditación en lo que me encontraré al final, cuando seguramente me tocará abrir o cerrar puertas. Y es que ya no le temo a la tristeza sino que me acompaña siempre, es como estar aquí ahora, escribiendo, llamada por Bersuit que sonaba en este café internet y de pronto es rbd con todo su disco, sé que la perfección no existe, aunque eso no implica que deje de entrar a todos los internets donde suene Bersuit.
Solo pase por ahí y decidí entrar, sin demasiadas preparaciones solo pagué y enseguida estaba entre espejos, esperando sentada a quedar perpetuada. Solo quería que de alguna forma esta época de mi vida quede de alguna forma suspendida, guardada en algún lugar, al parecer no es suficiente recordar, el tiempo no puede doblarse como una camisa que se encotrará luego, perdida en algún cajón, escribir, dejar una huella, hay algo precioso y a la vez doloroso en estos días que no quisiera olvidar. Aunque quisiera quedar ajena a todas las celebraiones, ahora que cada vez prefiero mas la soledad o la compañía específica de ciertas personas, mentiría si dijera que no me llegan en algún punto las celebraciones de fin de año.

"Siéntese de costado, gire la cabeza, sonría". Yo solo pensaba que éste era el momento para recordar algo, perdida en la redondez de la lente, con el incontrolable deseo de sumergirme en la cámara, en el agujero negro del lente, de ese aparato que me guardaría la imagen de estos días, sentí un abismo, un vértigo, un deseo parecido a una voz que escucho algunas veces al pasar por el puente de las americas, un deseo de vida y muerte, de vivir aun en la muerte. Una confusión que duró segundos igual que aquella que la música estridente, la poca luz y los vodkas que nos tomados con la yoly me dio, un no pensar, perdida para siempre en esa oscuridad desconocida y sedante de la nada, a la que me había llevado el deseo de vivir al menos un poco mas, al menos en un papel, como ahora que escribo solo para morir un poco, solo para vaciarme, solo para morirme, para matar algo mío que sin embargo quiero que viva.

Aun sigo creyendo que los suicidas son en realidad valientes, saben su verdad, el destino de todos, y la hacen suya no la esquivan sino que la encuentran. Yo no tengo esa valentía, por eso escribo, por eso me saco fotos a fin de año.

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