lunes, marzo 31, 2008

Me miró a través del vapor que la olla exhalaba, su mirada escandalizada buscando un mínimo de coherencia, incapaz de entender mis palabras, su seño fruncido por un hilo imaginario de puntadas grandes denotaba el esfuerzo que hacía por entenderme. Mientras las palabras salían de mi boca, pensaba que eso era justamente lo que no debía decirle, después de todo supe desde el principio que él y yo éramos de dos mundos distintos.

Terminé con las enredadas explicaciones, solté el último aire de mis pulmones y mientras sonreía le dije que no debía hacerme mucho caso que eran cosas mías. Su frente se alisó, volvió su mano a mezclar la sal que había puesto en el agua y soltando una carcajada me dijo "eres de Sucre no?".

lunes, marzo 24, 2008

Algo bueno me pasó en la adolescencia, se llamaba cafetacuba.

Mirando montañas

"Las mejillas te quedaron coloradas, pero eso lo notaste solo al día siguiente cuando todo había pasado, te sonreíste en el espejo pues pensaste que era la emoción del día anterior que aun se alojaba en tus mejillas, atribuirle ese color solo a una quemadura de sol era demasiado fácil..."

martes, marzo 18, 2008

Morado Intenso

Ella tenía la boca de un morado intenso, los cabellos caían perfectamente sobre sus hombros, apenas desordenados, como desparramados con elegancia. Joven y esbelta, llevaba un pantalón estrecho que marcaba la curva de sus caderas, su blusa era blanca y estaba salpicada de ese morado intenso. Su pose era graciosa y toda ella deslumbraba juventud, eficiencia y valentía. Pero la última le traicionó.
Era asombroso como la luz no se le quitaba incluso allí en el piso, con la línea morada y mortal del cuello manchándole la boca y el pecho.

lunes, marzo 17, 2008

El olor agrio de sus ropas

Tenía un desagradable olor a ropa guardada, aunque lucía limpio con el bigote negro y bien recortado, todos sus ademanes emanaban una impertinencia que incomodaba. Sonreía de un modo atrevido como si todo tuviera cabida en su boca. No lograba precisar qué era lo que me incomodaba de él, sólo cuando dejó un momento la oficina supe que era ese olor agrio de sus ropas el que me apretaba las víceras.

Cuando su incómoda estela se había borrado, regresó. Su mirada era triunfal, se acercó para entregarme el papel y sentí su aliento rancio en mi cuello, me descompuso las tripas ese calor fétido de su boca.
Algo en mí se alarmó y me alejé de inmediato. Luego no pudo más y guiñandome el ojo deslizó su tarjeta por la superficie del escritorio, como si me pasara la ficha de un juego que me tocaba jugar. No la toqué.

A él tampoco lo toqué nunca, no hay nada que puedan probarme, nunca entederán lo insoportable que se fue haciendo ese olor agrio de sus ropas.

viernes, marzo 14, 2008

"Lo que el amor desnuda en ti es la tristeza y con todo, empiezas a sentirte feliz." Margo Glantz

miércoles, marzo 12, 2008

Mañanas de vapor

Mirarse no siempre es posible, con los ojos justamente ahí en la cara, el diseño implica estar pendiente de lo que pasa afuera. La tele se coloca frente a la cama, la pantalla encima el escritorio, los letreros a media altura.
Las ventanas nos abren, la vitrinas nos llaman, desde la pasarela se ven las montañas.

Solo, a veces, en la mañana cuando ya he soltado el agua y estoy desnuda esperando que caliente, mis ojos me miran. Y yo sé de montañas y de viajes, he visto cosas de la ciudad y algunos libros, he visto ojos tristes, almas solas, gente.
Cuando me veo el vapor de la ducha empieza a llenar el baño, ¿cómo será verse de verdad?, ¿qué vería yo si no fuera solo el reflejo de mi cuerpo desnudo?, ¿qué habría allí que haría dar cuenta que soy yo?. Quiero creer que hay cosas que no se ven en los espejos.

martes, marzo 11, 2008

Al final qué es lo que nos hace ser de un lugar o de otro,
cuanto de una se queda en cada lugar,
cuanto dura lo que dejamos
cuando nos llevamos,
y cuanto nos hace pertenecer ahí.

Sin querer voy dejandome en esta ciudad, como en Sucre, como en Cocha, como en...

viernes, marzo 07, 2008

un cuento de 8 de marzo

Se lo dijeron y él no pudo disimular la cara de desilusión, había esperado ansioso durante los meses, impotente en las horas, moviendose de un lado al otro del pasillo rezando las oraciones olvidadas de la infancia. Esperó con ansiedad y fatiga, pero sucedió lo que más temía.

Muchos años después, cuando la piel de sus manos parecía de papel y pasaba los días viendo caer las hojas del árbol. No podía contener la húmeda felicidad de sus ojos al escuchar sus pasos de tacón en el pasillo.

***

A las que murieron por mi, sin saberlo.

jueves, marzo 06, 2008

Una de Lawrence Durrell

"...para todos los que sienten profundamente y tienen una aguda conciencia del inextrincable laberinto del pensamiento humano, sólo hay una respuesta posible: la ternura irónica, el silencio"

martes, marzo 04, 2008

Un tiempo de descanso

Es extraño, pero creo que tendré que vivir unos 20 años más para poder volver a escribir con el ímpetu de la anterior semana.
Supongo que todo es un poco como lo que sucede con la tierra, la lluvia y el sol.
Por lo pronto leeré. Almorzar con Bryce Echenique o con Lawrece Durrell es casi tan placentero como almorzar con Fernando Ducrot.

***

La palabra "tenebroso" me recuerda a una confesión extraña que le hice a un ser inspirador y silencioso, ahora no sé si arrepentirme o temerle a esas cosas extrañas que dije, uno se siente que se quita algo cuando dice sus mas ocultos pensamientos, así sin pensar, de esa forma tan natural, tan espontánea que solo cuando lo ha terminado de decir piensa que no debería haberlo dicho. Pero esa sensación de absoluta libertad para decir, solo me ocurre a veces con algunas exóticas criaturas y casi siempre cuando escribo en este perdido y futil espacio en blanco.