viernes, mayo 20, 2005

Tengo entre los ojos una mirada perdida
No se por que pasa lo que me pasa
Quisiera quedarme aquí en mi casa pero no se cual es.

Esta SOfía desnuda, en el lugar preciso donde 6 rectas se cruzan, su fin y su principio no pueden verse, son infinitas y largas, las rectas han formado una delicada red que la mantiene suspendida, abajo el espacio, el sueño, el infinito.
Las terminaciones de sus venas son hilos de colores que saltan al azar, se unen a las rectas las abrazan las envuelven las calientan, las refrescan.
Se escucha poco a poco una música lejana, es “sur o no sur” de Kevin Johansen.

Ella se arranca los hilos de los brazos y piernas, se pone un jean, una polera roja, se ata el cabello, mira atrás, a los lados, abajo. Mete en sus bolsillos un papelito, una foto, un dulce y un lápiz. Dobla las rodillas junta las manos, repite la cábala aprendida de boca de las monjas, redimida por el uso y la complicidad de las ya madres y casa amigas, y se lanza. Zambullendo el llo desconocido.

Ante las voces que le han instado a equilibrar en una de las rectas y seguirlas hasta encontrar el fin, ella ha tomado su camino, no fue una decisión sino un “tinkazo”, supo que esa era la respuesta, su respuesta y se lanzó.

En el camino se escuchaba El muro de los lamentos de Fito.

jueves, mayo 12, 2005

NO TODO

La felicidad se encuentra en los lugares menos pensados, hoy la encontre en este cyber, con unos audifnos tamaño familiar que me protegen del ruido mortal del resto de los cibernautas, además divinamente alguien ha logrado una selección preciosa de canciones de un guitarrirsta para mi desconocido, que entran por mis oidos y me alborotan el sistema límbico.

Ayer me dijo el psicólogo: solo eso? te parece poco?
Y yo lo sé, es mucho, es mucho como todo lo que quiero hacer y no puedo, tan terrenal mi deseo de hacerlo todo, viajar, trabajar, dedicarme al arte, hacerme una cirugía, comerme una lata de crema,trabajar por mi país, por esos niños de infinitas preguntas, de ser y no, de irme lejos, de vivir cerca de todo al mismo tiempo.

NO TODO, me dijo, pero aun no puedo aceptar que todo tiene un precio y que debo renunciar algo, no quiero, no mientras pueda, no mientras tenga aire, no mientras mi espíritu me lleve por el mundo, despegando desde la ventana abierta a media noche de invierno, por todas las calles que jamás pisare, que he construido con los libros, con los sueños con los amigos.

Hoy seré para siempre solo yo, solo para mi el mundo que piso mio, solo un segundo, para no morir con la insignificancia que me pesa en un país triste y hermoso, con una vida corta y feróz, con un corazón volcanizado y una billetera invisible.