viernes, febrero 29, 2008

"... Y a cada rato me doy cuenta de que lo único que sé hacer bien en esta vida es extrañar".


A. Bryce Echenique

martes, febrero 26, 2008

mi amigo tico dice que publicar o hacer leer a otras personas lo que uno escribe es perder el pudor
MEJS

lunes, febrero 18, 2008

Transgresiones alimenticias

No debí comer el segundo plato de lasaña, ya en la noche mientras me sentaba en mi habitual silla no. 39 flota Cosmos, me di cuenta de que no fue buena idea porque ahora con la pesadez estomacal no dormiría bien. Por suerte no me tocó un señor roncador a lado, como los úlitmos fines de semana, pero igual no pude dormir y tuve algunas extrañas pesadillas, me acordé de un capítulo de snoopy en el que le pasa lo mismo, comió mucho antes de dormir y tuvo pesadillas varias.

El taxi me cobró demás pero que iba hacer yo a las 5:30 en plena terminal si siempre que llego me acuerdo de mi primo y de los atracos que me contó que le pasaron justo ahí en el mismo lugar donde estaciona la flota. Saco mis últimos pesos y con el dolor de mi alma se los pago al taxista que encima es muy buena gente y me desea que me vaya bien todo el día, ni como reñirle o decirle algo. La ciudad parece inofensiva así medio desnuda de gente temprano en la mañana.

Intento no hacer ruido pero la puerta me delata, por suerte nadie despierta, se ve que hay alguien más en esta casa, me hace frío y pienso en dormir aunque sea una media hora, pero no puedo por que hay tantas cosas encima mi cama que sería imposible entrar sin causar un terremoto.

Mi prima arregló la ducha y por fin sale un chorro poderoso de agua caliente, salgo y me doy cuenta que se me terminó el desodorante además no tengo medias limpias, bueno, ya se me ocurrirá algo. Mi prima pone agua, justo cuando encuentro las últimas medias limpias suena el pito de la caldera, pongo el agua en el termo y solo tomo un té porque aun siento que tengo la lasaña a punto de salirme por las orejas.

No hace tanto frío fuera como en esta oficina y yo que no aprendo y sigo mirando ilusa al cielo todas las mañanas para ver qué tan abrigada debo ir, nunca logro abrigarme los suficiente, una vez más me muero de frío y pongo la estufa casi sentada junto a mi, a ver si no me congelo, riego las plantas de la oficina. Abro el mail y mi amiga solo tiene advertencias para mi, como un aviso de salida de emergencia de boliche que esta en pleno subterráneo con esas puertitas diminutas que seguro dan a un muro de concreto.

Leo algunos blogs, me río un poco y de pronto el temor cotidiano de estar absolutamente fuera de lugar haciendo lo que no debería, como esos sueños en los que estoy sin zapatos, cumplo algunas tareas que me da mi jefa, tengo los pies helados, hay alguna ventana abierta que no logro cerrar, otra vez miedo y la pregunta que ya pensé respondida ¿qué hago yo aquí?.

Mis tripas se retuercen, me recuerdan que no debí comer el segundo plato de lasaña y que ¿qué hago aquí?. Entro al blog e intento iventar algo que me desvíe de estas cavilaciones adolescentes que ultimamente me estan trayendo ideas suicidas. Y es que en verdad no tengo valor para afrontar las situación 2008 "no tengo trabajo ni escribo" o "deseo escribir pero no puedo" por eso prefieron desviar mi mente de estas cosas sin sentido por que de cobrar el verdadero que tienen, me llevarán a caminar los pocos pasos que hay entre mi casa y el puente de las américas y ahí yo y el abismo tendremos una disputa y una solución inmedita, aunque es muy probable que un tercero llamado cobardía se aproxime encarnado en uno de esos pobres polícias, cuyo trabajo compadesco, y me tire de las mechas para que no ensucie el pavimetno de la avenida del poeta. Aun que en realidad creo que eso es lo que yo quisiera que pase.

Pensando en eso me doy cuenta que ya terminaron las alasitas asi que si no compré lo que tenía que comprar será hasta el otro año, me faltaron muchos libros, un título de lic. en Literatura y un piano, aunque me hubiese contentado con el piano, pero ahora me contento con un libro.

Logré marear un poco a la angustia, solo me quedan las tripas que son las que me marean, con una buena sal de frutas todo será cosa del pasado, es decir ojalá todo fuera cosa del pasado con una sal de frutas.

viernes, febrero 15, 2008

Primer piso oficina 6

Yo preparo cafés,
apunto las citas en la agenda,
contesto las llamadas,
selecciono la correspondencia,
riego las tres locas plantas que hay en la oficina,
encuentro los documentos perdidos,
invento excusas interesantes,
escucho las quejas,
resalto de verde chillón lo importante de las cartas,
escribo encargos en papelitos autoadhesivos,
sonrío a todos los que entran,
digo "por aquí por favor", "no se encuentra en este momento", "¿en qué puedo ayudarle?"

... y en los ratos libres tengo pretensiones de escritora y leo Vila Matas.

Tengo miedo

lunes, febrero 11, 2008

Cosas extrañas

Y a veces cuando te veo y no te digo nada es que me dan ganas de abrazarte mucho,
de ahogar todas las palabras, que no puedo hablarte,
pues estoy tan llena de ellas que no puedo escucharme,
no puedo hacerlas voz,
me siento tonta, despojada de lo único que tengo de verdad,
como si cada palabra que saliera de mí se desprendería,
como si sacara un pedazo mío matándome un poco.
Pero ellas mismas me desbordan,
se trepan por mis pies,
son hormigas que urden su camino por mis piernas, por mis brazos,
desde mi ombligo pasando por mi pecho
se hacen un nudo en mi boca que sabe no puede decirlas.
Entonces estoy estrangulada y solo me queda hablar tonterías o escribir,
ellas se hacen dulces escamas solo cuando saben que serán escritas,
es lo único que les gusta,
verse hechas letras, marcadas de negro en un fondo blanco,
solo allí me perdonan, solo así me libero de su abrumadora presencia.
Es imposible decirte todo esto en voz,
solo asi un poco oculta, un poco cubierta y protegida por ellas misas
es que me animo a decirte todas estas cosas extrañas que nadie mas podría entender.

Saldo de fin de semana

Picaduras, una de hormiga entre el meñique y el anular,
otra en el muslo izquierdo,
dos úlitmas en la planta del pie derecho.
Hombros colorados
Sabor a duraznos
Piel olor a cloro
Sonido de sandalias
Agua en la garganta
Síndrome de domingo en la tarde

viernes, febrero 08, 2008

Tengo lista la curita para cubrir las verdades que me hieren.
Qué fácil es inventar remedios para nuestras fallas,
soluciones brillantes para las equivocaciones garrafales.

Tal vez deba perdonarme un poco, admitirme, permitirme.

miércoles, febrero 06, 2008

Cuando lo que amamos puede matarnos




Muerte por Algodón de azúcar
Daniela Edburg


Las cartas en la mano, el mazo durmiendo misterioso sobre la mesa, debería hacer una cita con la señora Viki, la leedora de cartas, a ver si al menos ella puede darme una idea de mi destino, tengo una emoción ridícula que me hace temblar, una emoción entorpecida, como si tuviera otra vez 12 y fuera la primera vez que hago un trámite sola, me tiemblan las manos otra vez, se me agita el pecho, se me enreda la lengua, me siento toda torpe pisando a ciegas, con la única guía de mi certeza recién nacida temblorosa entre las manos, luchando todavía por ver si esta viva.

Prometí arriesgarme.

viernes, febrero 01, 2008

El/la autor/a enmascarado/a

Esta no era una idea nueva, pero sin duda la comparto.

El oficio inútil de escribir

Es verdad lo que dice Vila-Matas, para qué escribir si todo ya está escrito. Busco en mis tristes manos algo que presionarle a estas teclas, pero ya alguién hace mucho y en esta misma ciudad, ha escrito con maestría el garabato que yo hubiera hecho hoy. Aunque no es lo mismo, por lo menos puedo escucharme en estas palabras.


EL FRIO
Y tan sólo te conozco en un hálito,
como la solitaria forma del frío en que te escondes cuando me busco en ti y me pierdo dentro de ti,
ansiando conocerte cada vez que te conozco al encontrarte y perderte a ti.

Caer al abismo contigo, eso sería vivir la verdadera vida;
me atrae la muerte que yo miro en mi búsqueda de ti.
La ciudad no será una realidad mientras dure mi búsqueda
—detrás de la ciudad te escondes tú.

Jaime Saenz