viernes, agosto 21, 2009

Uno va pensando lo que le puede pasar, lo siguiente que vendrá en la vida y supone y construye en su mente los capítulos que continuaran, pero la vida siempre nos lo desbarata todo y tal vez de eso se trate de ver qué hacemos con las nuevas cosas que nos sucede.
Me voy volviendo optimista aunque son pocas las razones que tengo para serlo, lo necesito supongo. Compararme con otros menos afortunados me ayuda, pero cada quien tiene lo suyo y así como hay peores situaciones también hay mejores.

A veces uno se cansa de ser valiente, tiene necesidad de llorar, las cosas cotidianas que de hacerse palabras resultarían tan poco convincentes allí en el silencio del baño son absolutamente justas de llorarse. El agua de la ducha se lleva muchas cosas, luego cuando cierro el agua caliente todo está mejor, me renuevo todas las mañanas quitándome como suciedad las preocupaciones.

Todos los temores regresan en la noche y con ellos duermo, se van metiendo en mis sueños, me destapan los pies. Pero aun tengo agua caliente todas las mañanas. Aun entre todas las pesadillas hay abismos de coca y café,caminos cargados de flores, la humedad de esos lugares imposibles me consuelan, me alientan, a mi y a ella que aún no los conoce.

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