Siempre crei que las cosas no son importantes, pero no puedo negar que disfrue mucho del reproductor de mp3 y las gafas, las dos me dieron una protección ante la realidad. Ver todo de otro color mientras escucho Bunbury, es crearme un mundo paralelo al real, mas digerible, musical, sepia y feliz. Pero bueno, supongo que somo dice el sabio refran: quien con lo ajeno se viste en la calle lo desvisten. Pues ahora mas o menos me siento desnuda.
Hoy mismo me compro otras gafas.