jueves, marzo 01, 2007

Delirio

Primero un sonido impreciso, como una radio mal sintonizada de fondo, como un televisor sin señal, un teléfono descolgado.
Luego una orquesta afinando en fa, luego bit, ritmico, bit, lento, bit.
Tus sonidos o tus ecos, lejanos pero certeros, me hacen componer una melodía imposible de escuchar, solo imaginable.

Un juego vil y morboso me hace caminar al límite, como si fuese yo diminuta y me paseara por el filo horizontal del cuchillo, mis pies descalzo, un dolor, un imposible oscuramente deseado que quiero mantener solo para mi y mis adentros.

La ceguera nos permite imaginarnos lo que queremos
abrir los ojos es morir, es matarnos.

Conozco la voraz naturaleza de mi ser y la pólvora de la que mis profundidades están hechas, pero cada vez menos sé de los extraños lugares, como este, en los que a lo lejos, casi como un producto del insomnio, apareces como una chispa.

1 comentarios:

Fernando Ducrot dijo...

Comprar el silencio a duro precio,
la posición estable a duro precio,
el derecho a la vida a duro precio.
Borras tu post y me borras también.