lunes, septiembre 22, 2008

Larousse

Cuando me sentía desesperada consultaba el diccionario, desde niña podía pasar horas hojeándolo, de alguna forma Larousse era más confiable que la biblia, las ilustraciones, las referencias, las respuestas a las palabras complicadas me daban un alivio adormecedor, como si la verdad estuviera sin dudas entre sus páginas.

Más tarde me interesó seriamente la literatura, me dolía cuando me decían que era mi "jobi" (o hobbie, como lo escribían las chicas en sus cuadernos adolescentes) o que era una aficionada, sentía una humillación sutíl que no dejaba ver de ningún modo, porque esto me avergonzaba aun más. Entonces vino el internet y el rae.es , fui felíz encontrando cosas ahí, como
apología: Discurso de palabra o por escrito, en defensa o alabanza de alguien o algo, luego vino Osculo, beso de respeto o afecto, y Parafernalia, Conjunto de usos habituales en determinados actos o ceremonias, hasta Fantoche, Sujeto neciamente presumido

Los números siempre me guiaban en el orden de prioridad de la lista de significados, resultaba satisfecha. El mundo, sus palabras, sus códigos eran digeribles, asibles.

Pero mientras más me interesaba la literatura menos palabras encontraba en el diccionario. Un hombre me susurró "eres mi nefebilatas favorita" y eso no lo encontré en el diccionario, también me hablaron del Catoblepas y no supe qué era más que cuando él mismo me despertó en la madrugada.

Ajado, con hojas amarillas, el Larousse parecía llamarme desde el escritorio, lo había desplazado de su lugar privilegiado en el estante, lo usaba para aplanar las hojas escritas y arrugadas que iba guardando en la cartera.

Una noche soñé que buscaba en él, buscaba algo que no lograba encontrar, busqué mucho, incansables mis dedos dando vuelta las hojas, finalmente caí en la silla resoplando de cansancio, defraudada, miré por la ventana y respiré profundo, de pronto caí en cuenta que el Larousse había quedado abierto sobre mis faldas, mis dedos pasaron casi automáticamente por las palabras, estaba en la letra P.

Leí Perdón.

1. m. Acción de perdonar.
2. m. Remisión de la pena merecida, de la ofensa recibida o de alguna deuda u obligación pendiente.
3. m. indulgencia (‖ remisión de los pecados).
4. m. U. para pedir disculpas.
5. m. U. para interrumpir el discurso de otra persona y tomar la palabra.
6. m. U. en forma interrogativa para expresar que no se ha entendido algo.
7. m. coloq. Gota de aceite, cera o material similar que cae ardiendo.
8. m. pl. Obsequios que se traen de una romería, tales como frutas secas, dulces y otras golosinas.

1 comentarios:

Lilyth dijo...

Creo que es el primer post largo que leo en tu blog, el diccionario siempre ha sido mi aliado, hay temporadas en que no nos vemos las caras pero él sabe que yo volveré un día a consultarle alguna duda y a protestar frente a sus palabras contra algunas definiciones con las que no estoy de acuerdo o por la falta de otras que me parecen importantes, sea como sea el caso, sabe que mis explosiones de cólera pasan pronto y luego juntos nos reímos de sus palabras y las mías.