viernes, febrero 03, 2006

Nació de mi un hijo muerto.

Desde el día que lo supe mío lo cuide con todo lo que tuve y lo que inventé.
Su presencia, el saber de su vida, abrió mis ojos todas las mañanas, me abrigó de la lluvia y me dio sonrisas los días soleados.

Lo vi una vez en un viaje de sueños, era grande e increíble, su verdad fue abrumadora y me conmovió para siempre, la sensación de azul montañas no se me quitó nunca.

Baile en la oscuridad, con una música de lluvia, feroz y fuerte, sembré en mi un árbol que creció pronto y feliz. Otra vez yo, otra vez la lluvia, la música
Mi cuerpo ya no mío, dueño de la felicidad que me movía por dentro y fuera,
Ahí dentro mío creciendo cada día, saltando por las noches con las luz y los sonidos de esperanza cuidadosamente colectados en el día.

Has muerto mi niño, contra todas las predicciones, contra todos los designios, no pude verte siquiera, supe en verdad que estabas aquí, que existías, te hice de mis sueños, de todos mis esfuerzos que no fueron suficientes para darte vida.
Todos me dicen que pasa por algo, que Dios sabrá porque, yo no sé mi niño porque nunca fuiste, y no me interesa que piensa Dios. No puedo salir de ti y mis sueños de ti.

Cuando la vulgaridad del mundo me anunció tu muerte yo que había bailado todas las noches para poder verte, enloquecí en un grito, yo que me llevé el mundo por delante para tenerte, ahora sé nunca pasará.

Ni la cábala que me enseñaron en la escuela, ni los rezos milagrosos de mi abuela, ni la suerte comprada, ni todo lo que di, ni yo misma te hicimos verdad, como me dueles ahora que sé que nunca más serás. No hay luz en estos días de verano, ni sopas de quita pena. Son mis días una sola noche sin nombre que intento pasar con la rutina, pero te evoco hijo mío y no puedo, no puedo dejar de quebrarme cada vez mas.

Que sea mi dolor el agua de mi ahogo, que algo me pase, algo que me termine por que así como estoy no soy nada, que todo se termine de una vez, por que es verdad, es verdad, no importa que haga no es suficiente.

Siempre supe que la desgracia vendría pero nunca pensé que me dejaría en cenizas, yo no hice daño a nadie, di mucho a todos, cante cuando otros lloraban, salvé la mundo cada día, cante para los sordos y soñé mucho. Mis padres fueron buenos, denuncie el mal y trabaje duro por el bien, ¿Qué es esta desgracia ahora de donde viene y por que a mi?.

Me visto de negro para matarte de una vez, para que la herida de lo que crei verdad muera de una vez, yo no quiero ser madre de hijos de carne y hueso, por eso te ame tanto, ahora muere! Muere! Y no vuelvas nunca, pues tu dolor es innombrable como no se puede nombrar a la mujer que pierde un hijo, no es viuda, ni huérfana, ni nada, lo innombrable es la nada y eso soy ahora que nunca fuiste.

Sofía.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

La respuesta:
No tuve tiempo para verte ni arena para pagarte, conocerte era mi sueño porque tú me engedraste. Un hombre y una mujer se necesitan dicen los que se creen expertos pero el canto no cantado no es acaso ya un recuerdo?
Irme en paz es lo que me queda, tu duelo solitario por hoy es mi cadena.