martes, enero 22, 2008

Dulce de sal

¿Dejará de llover algún día?
Mientras se ríe, mi prima dice que ya no recuerda de qué color es el cielo,
no sabe ella la verdad que sus palabras traen para mi.
Hoy me puse una camisa celeste solo para recodar ese color que hace mucho no veo al levantar los ojos.

La lluvia me ha hecho de sal,
a mi que siempre me gustaron los diluvios
odio esta lluvia tímida incipiente
extraño las tormentas eléctricas de Sucre
al menos sí sabía que se cortaría la luz
que salir con paraguas daba risa.

Desde el segundo piso
o desde el décimo tercero
miro la ciudad húmeda
y me siento salada

El viento mojado
me rasca un poco cada vez
algo entre mis manos se esta diluyendo

1 comentarios:

Lilyth dijo...

Es que las lluvias de Sucre son diferentes, que como bien dices es posible que se corte la luz, que los paraguas no te sirvan de nada, que la lluvia caiga con más fuerza que el agua de la ducha... en fin! aquí... no se... no es que la lluvia sea diferente... es que directamente no llueve y me ahoga un poco...
Después de tanto comparar estoy convencida de que las lluvias son la huella digital de cada lugar, con un olor determinado que nunca olvidaras... mmm... me puse nostálgica... quisiera que llueva...