domingo, octubre 24, 2004

por la calle Omiste

Solo escribir me da un lugar donde poner las palabras tristes que se me chorren por los dedos el día en que nací.

El año 80 Ana se despide de Alfonso, su esposo desde hace 5 años, a quien no verà por los siguientes tres venideros, su despedida es triste y amorosa, estan casados, y como buena pareja boliviana no se vuelven a jurar amor, con el matrimonio lo han sellado todo, pero se aman en su minùsculo y alquilado departamenteto de la calle amores de Mexico DF.

9 meses mas tarde en Potosí Bolivia, ciudad que en la colonia era considerada mas importante que Paris, hoy olvidada es el museo de historia del paìs, las minas chupadas traen la pena de los extranjeros y el cambio de tema de los locales. allì en la primavera del altiplano, una primavera parecida mas a un suave invierno, Ana levanta una batea enorme llena de agua, siente como con el esfuerzo un lìquito chorrea por sus piernas, es de noche, 1:30. Le avisa a su madre, ambas deciden no despertar al abuelo y se preparan para ir al hospital.

Es 1980 en Bolivia, la decadencia polìtica y las uñas de los suas han causado reacciòn en el país la gente no puede mas, represiòn, muerte, desapariciòn, temor, inflaciòn, toque de queda.

2:30 madre, hija y nietra en el vientre corren por la calle para no ser vistas por la policìa. Ana ha tenido dos hijo ya, sus partos duran menos que una estracciòn de muelas, dos cuadras mas y no puede avanzar. La abuela desesperada toca las puertas de los vecinos, les ruega asilo para la hija parturienta, el terror a entrado en todas las casas antes que la piedad, puertas cerradas, miradas esquivas y excusas.

Volvamos mamà ya no puedo mas!, deciden volver a casa.. solo media cuadra mas, como 50 metros mas, resiste.
No puedo mamá la cabeza del bebe se ha colocado!!

La buela deja a la hija en la calle, corre despavorida a la casa y llama a todo el vecindario, lo mas cercano a un doctor es el tio dentista que no sabe que hacer, su esposa llega con una frazada y cuando todos estan en el lugar del alumbramiento los cubre como un techo, la luz se va y la desesperaciòn de todos lleva aun descontrol absoluto, gritos, insultos, desesperaciòn.
la parturienta: llevenme a la casa!!!!!

La wawa va saliendo entre sus piernas, es una niña.

la acomodan sobre la madre y en la frazada las llevan entre todos a la sala de la casa.

la parturienta: traigan hilo y tijeras!!!.
Le traen un ovillo sucio de lana y unas tijeras de tela, hace dos nudos rogando que la lana sucia no traiga ninguan infecciòn a la wawa, corta en medio de los nudos ante el asombro que el milagro de la vida produce a todos.

La alfombra color crema ha quedado manchada para siempre de sangre y placenta.

Habia nacido y a 23 años 11 meses y 27 días escribirà su historia repetida por todos como una de las mejores anècdotas familiares, puesta en palabras para poder encontrarse en el remolino de esta vida que es solo suya, o al menos eso quiere creer.

3 comentarios:

Katya dijo...

Que linda historia ¡¡ me dejo un buen sabor, mejor que el de mi hamburguesa con queso que acabo de comer. Me gustaria tener una historia interesante como la tuya que contar o compartirte de mi nacimiento, pero creo que fui una mas del montón de cesareas que se llevaron a cabo en monterrey, méxico el 14 de diciembre del 81.

:) Mis respetos para tu mamá, que dolor .

grace dijo...

es jueves:

Feliz cumpleaños por ayer!!!!!!!!!


Espero le hayas pasado bien.
Un año más, pero bien vivido!!!!

La historia es genial.
Sigue enfrentando la vida como el 1er día.

Un abrazo!!!

Anónimo dijo...

hola claudia
felicidades muy atrasadas
yo cumpli 3 dias despues de ti

interesante tu histroria

espero volver a tener tiempo de regresar con mi cuento
que tanto extrano escribir

te mando un abrazo