Su corazón

Sofía entrega su corazón con un canción lenta y gangosa de Caetano Velozo, lee en el silencio de la media noche, y se emociona, llora y ríe en una confusión tan propia de ella, se ilusiona con una palabra, y no se conmueve con un discurso de mil….. es pequeña y diminuta ha creado en las noches un lugar solo para ella, es un mundo que construye cada noche de a poco, prepara el ambiente, cierra la puerta, tiende la cama, abre el libro se adentra en las sábanas y ahí no hay mas, nada mas que ella y el libro, juntos son perfectos, uno para el otro, palabra y silencio haciendo música en las noches de ciudad chica.
Sofía le mira la tapa, le acaricia el lomo y suave suave lo abre, él es manso y feroz se abre como si nada, despacio y hasta con ternura, pero no tarda en lanzar sus brazos de palabras, Sofía no es ella entonces, no es mas que alguien que lee y existe a partir de esa lectura que por un tiempo es suya al mismo tiempo de hacerla suya.
Con lágrimas que se secan en los ojos y el pecho todavía jadeante, ambos se duermen, se consuelan en la muerte momentánea del sueño.
 
Sofía entiende su insignificancia, sabe ahora que le han mentido, ese despertar y descubrir le ha dado dolor de cabeza y ojos cargados de añoranzas, pero logra encontrar bellezas en esa tristeza sin nombre.